Hace algunos años, por ahí del 1997, un hombre llamado Tom Peters escribió un artículo en la revista Fast Company titulado «The Brand Called You «.

Ese artículo se convirtió en su primer libro y su emblema que hoy en día se conoce como «MARCA PERSONAL».

Incluso mucho antes de esa publicación, Tom ya venía promoviendo la idea de que las personas deberían considerarse a sí mismas como una empresa, debido a la inestabilidad e incertidumbre del mercado laboral y los negocios.

En esos momentos, en la época dorada de las empresas donde te daban los mejores beneficios al convertirte en director e ir avanzando en la escalera corporativa, nadie le hizo mucho caso.

No fue hasta inicios del año 2000, que el dominio de las nuevas tecnologías y el declive del “empleo estable y permanente” obligó a las personas a prestarle atención.

Y aunque al día de hoy haya bastantes profesionales que hablen de marca personal, te sorprendería saber la cantidad de personas que aún la desconocen.

De esto se trata el artículo de hoy.

Conocer qué es una marca personal, cómo se comunica y para qué te sirve definirla, aunque tengas un empleo estable.

Esta es la tercera parte de la serie de artículos de autonococimiento de la que te he venido hablando desde hace 2 meses.

En la primera parte vimos las 2 únicas preguntas que de verdad importan en tu carrera y en la segunda, te expliqué cómo reconocer tus debilidades y fortalezas para encontrar tu diferencial.

Si aún no los has leído, te recomiendo que vayas a hacerlo ahora porque sin ellos, no podrás entender esta última fase dónde ya nos centramos en tu marca.

Entonces, ¿te parece si continuamos?

Fabuloso.

Para empezar: ¿Qué es y qué no es marca personal?

Creo que aquí valdría la pena comenzar con todas estas ideas erróneas alrededor del concepto.

 

Una marca personal no es publicar en redes sociales, ni tener perfiles en todas ellas.

 

Tampoco es ser un influencer, ni tampoco jugar al payaso para caerle bien a todos.

 

Mucho menos se trata de querer imponer tu opinión cuando estamos en una reunión de trabajo o entre amigos.

 

Nada de eso.

 

La marca personal es la opinión o imagen que la gente tiene acerca de ti, sin importar que esta sea buena o mala.

 

Son todas esas características con las que naciste, creciste y te desarrollaste.

 

Y la forma en la que te conocen tus amigos, tu familia y tus compañeros de trabajo.

 

Si eres muy enojón, muy flojo, muy apático, demasiado negativo o si todo el tiempo estás alegre y eres bastante positivo en la vida.

 

Todo eso, absolutamente todo, habla de ti.

 

Y si te quedas callado, pues también.

 

Solo que cuando no dices nada, tú mismo le dices a los demás que eres irrelevante e invisible.

 

Al final del día, tu marca personal es la reputación que te precede en la vida.

¿Pero de dónde viene la marca personal?

 

Bueno, al inicio del artículo te conté acerca de Tom Peters, pero si retrocedemos unos 150 años más, Napoleón Hill ya nos venía hablando de esto en los ejemplares de su revista «La regla de oro».

 

Es más, lo cuenta todo y de inicio a fin en su libro «el camino al éxito» donde habla de 15 pasos para conseguirlo.

 

Pero este señor nos cuenta que para completar ese libro, él se puso a investigar a las personas más exitosas de aquellos tiempos para averiguar el secreto de la riqueza.

 

En esos años, estaban los grandes empresarios como Henry Ford, Richard Warren Sears, Los hermanos Renault, Dale Carnegie y otros más.

 

Todos ellos tienen un común denominador: sus empresas llevan sus nombres.

 

Empezaron siendo pobres y se volvieron millonarios simplemente con creer en ellos mismos, trabajar con perseverancia y ganándose el respeto de otros para convertirse en personas influyentes.

 

No es que ellos lo buscaran y tampoco usaban las redes sociales, ni leían libros de desarrollo personal.

 

Creyeron tanto en ellos y hacían su trabajo con tanta pasión que su misma reputación se convirtió en su marca, sin siquiera saberlo.

 

Así es como ellos mismos crearon y construyeron su marca personal y su nombre, los llevó a fundar sus propias empresas.

Conviértete en el CEO de tu propia empresa: YO, S.A (Tom Peters)

Yo diría que ese es el verdadero origen de nuestra marca, solo que nos hemos olvidado de ello por haberle prestado tanta atención a un producto.

Ahora…

¿De qué te sirve una marca personal si ya tienes empleo?

Ya vimos que nuestra marca es nuestra reputación.

Lo cual significa que todo lo que nos guste y nos disguste de nosotros, está en nuestras manos cambiarlo para que nos traiga beneficios.

O sea que definirla y pulirla no solo va a hacer que seas reconocido dentro de tu equipo, sino que te puede dar un ascenso.

O puede hacer que desconocidos se interesen en ti.

Puede llevarte a emprender, cerrar tratos, crear colaboraciones, tener socios y muchas otras cosas como negociar tu sueldo.

Sí, así como lees.

Cuando trabajas de manera activa tu marca personal, la gente está dispuesta a pagarte lo que tú pidas, independientemente de que ya tengas un trabajo o no.

Si se habla mucho de nuestra marca, ¿por qué aún se desconoce?

En la época de nuestros abuelitos, en la era industrial, no había mayor aspiración que entrar a una empresa y quedarse ahí hasta la jubilación.

 

Entrar, crecer y jubilarse, aunque el trabajo no te gustara, pero te aportaba seguridad y estabilidad económica que era la prioridad #1 de esa generación.

 

Con la llegada de las nuevas tecnologías, el mundo laboral ha ido cambiando poco a poco.

Las crisis económicas y sanitarias han azotado a las empresas, obligándolas a hacer rotaciones de personal, reducir costos y pagar menos, pero obligando a que se trabaje más.

 

Con todo eso, el empleado es el único que se ve perjudicado, pues aún hoy en día seguimos siendo educados bajo el antiguo régimen de nuestros padres.

 

Salir de la universidad y buscar trabajo con el currículum en mano, para crecer y llegar a la cúspide de la escalera corporativa, a costa de nuestra salud.

 

Todos esos cambios, han hecho que los empleados y las empresas vayan modificando sus búsquedas.

 

Una nueva era ha llegado en donde lo que más se valora es el conocimiento.

 

Mientras nuestros antepasados solo velaban por la estabilidad, nosotros valoramos la libertad y el bienestar físico y mental para generar ingresos.

 

Ahora lo más normal, es que el empleado elija con quién trabajar y bajo qué condiciones.

 

Las empresas se preocupan por encontrar a profesionistas que les aporten un verdadero beneficio dentro de su plantilla.

 

O sea que les hagan ganar o ahorrar dinero.

 

Sin embargo, la mayoría de la población aún sigue siendo educada bajo el mismo régimen y cultura de la época industrial.

 

Por eso, cuando sientes que te van a correr, lo primero que se te ocurre es modificar tu currículum para ir buscar trabajo.

 

Llegado a este punto, quiero que sepas que tú y yo tenemos una marca, y lo importante está en qué tan bien la comunicamos y para qué la usamos.

 

Tal vez en los últimos años no hayas escuchado de este concepto jamás y es normal que lo desconozcas, pero sí quiero comentarte que si durante todo ese tiempo, has estado haciendo por lo menos una de todas estas acciones, significa que la has descuidado.

Los típicos errores de los profesionistas al ejecutar su marca personal

  • Vivir bajo el anonimato y creer que el trabajo habla por ti.

  • Abrir un perfil en una red social y publicar lo que sea.

  • Hablar mal de otras personas.

  • Descuidar tu imagen y tu fotografía.

  • No trabajar en tu inteligencia emocional.

  • No ser congruente con lo que dices de manera online y cómo eres en la realidad.

  • No tener claro cómo quieres que te recuerden los demás.

  • No actualizarte.

  • Ser un fantasma en LinkedIn.

  • Creer que no necesitas trabajar en ti porque ya tienes un empleo estable.

Por el momento lo dejamos hasta aquí. Son solo algunos puntos, pero hay muchos más.

Ahora que ya los conoces, quiero contarte:

 

La peor manera de construir y transmitir tu marca

 

Si me conoces desde hace un tiempo o me acabas de seguir, habrás notado que siempre hablo del autoconocimiento.

 

Tanto en mis publicaciones como en mi perfil, en mis Lives y en entrevistas hablo de que el punto de partida siempre es nuestro interior.

 

No obstante, como vivimos en la era de urgencia, hay personas que aún llegan a mí para pedirme que les ayude a crear un currículum poderoso, que los prepare para una entrevista mañana o que les ayude a conseguir un empleo.

 

Todos esos pasos son buenos e interesantes y funcionan, siempre y cuando hayas realizado ese viaje interno para calibrar tu brújula.

 

Si te posicionas desde la urgencia y la necesidad, aunque tomes buenos cursos para trabajar LinkedIn, tener éxito en entrevistas o corregir tu CV, vas a terminar agarrando lo que sea que la vida te ponga enfrente.

 

❌ Le terminarás cediendo el poder a la otra persona de decidir por ti y acabarás en un trabajo que no va ni con tu forma de ser, haciendo algo que te disgusta, con un sueldo inferior a tus expectativas y quejándote por lo mala e injusta que es la vida.

 

Hay otros profesionales que te dicen que para construir tu marca, deberías empezar por definir tus objetivos, elegir las empresas donde quieres trabajar, pulir tu mensaje y comunicarlo por todas partes, incluso aquí en LinkedIn.

 

¿Y cuál es el problema con esto? Esto es tan solo un proceso superficial que te llevará a sentirte incongruente con todas tus acciones si aún desconoces quién eres y en quién quieres convertirte.

 

Esa es la falla del sistema.

 

Y para mí, lo más importante es que empieces a comunicar desde adentro hacia afuera y no al revés para encontrarte a ti y tu diferencial, justo de lo que hablé en el LIVE con Lourdes M. Delgado.

 

Una vez que ya tienes esa parte trabajada, definida y clara, entonces comienza a trazar ese plan con objetivos y metas a corto, mediano y largo plazo, tanto en el aspecto personal como profesional.

 

Este es otro punto que trabajo con mis clientes en un cuaderno de trabajo. En él, ellos van diseñando su propio plan y plasmando sus acciones concretas.

 

Visualizan cómo quieren ser, dónde quieren trabajar y cuánto quieren ganar.

 

A lo largo de todo ese recorrido se descubren a sí mismos y tienen claro que sus puntos débiles, no son un defecto, sino que pueden ser su mayor fortaleza e incluso su diferencial.

 

De qué manera y por qué medios puedes transmitir tu Marca Personal

Cuando ya tienes claro quién eres, a dónde vas, qué haces, cómo lo haces y con quién o para quién lo haces, puedes expresarlo hasta con tu nuevo vecino.

Con cada persona que te conozca en la oficina, en una junta con los socios directivos, en el almuerzo con tu jefe y hasta en una reunión informal.

 

Puedes hacerlo con la fotografía de tu WhatsApp, Zoom, Teams, etc.

 

Y por supuesto, la forma en que te vistes.

 

Todos esos detalles hablan de ti porque proyectan tu imagen.

 

Recuerda que tú eres tu marca desde que te levantas hasta que te acuestas.

¿Y por qué en LinkedIn?

Yo siempre recomiendo a mis clientes, combinar el mundo real con el virtual, a través de LinkedIn para generar un doble impacto.

 

Esta red profesional cuenta con 800 millones de personas y obviamente, tienes a tu alcance oportunidades que aún desconoces.

 

¿O de verdad crees que no podrías encontrar algo ahí?

 

Pero antes de continuar, quiero hablarte de un pequeño detalle:

 

Estoy segura que mientras lees este artículo, te está pasando por la mente que prefieres quedarte callado y no publicar por miedo a que te corran.

 

Y te entiendo perfectamente.

 

En el LIVE que hice con Eva Bermudez, tocamos este punto porque al día de hoy hay muchos empleadores a quienes no les hace gracia ver que sus trabajadores están «mariposeando en LinkedIn».

 

Los pone en alerta roja porque les hace pensar que están buscando empleo.

Y por otro lado están las empresas que aman y quieren que sus trabajadores sean embajadores de su marca.

 

Les conviene que tú hables bien de tu trabajo en LinkedIn porque eso habla bien de ellos.

Entonces ¿qué te conviene?

 

Esto lo dejo bajo tu criterio, lo único que te puedo decir es que vivimos en la mejor época donde el mercado laboral está cambiando casi los 180º y así como hay malas ofertas, también hay buenas, solo que hay que encontrarlas.

 

Y los empleados son quienes eligen dónde, con quién, cómo y por cuánto trabajar.

Sí, así como lees.

 

Escoger tu próximo lugar de empleo es posible, pero tienes que invertir en ti primero.

 

El trabajo es diario y los resultados no vienen gratis, pero si cultivas hoy, en 1, 3, 6 meses o un año tendrás una magnífica cosecha.

 

Por ello, una Marca Personal supone tres verbos imprescindibles e inseparables:

«ser, hacer y parecer”

Así que empieza a invertir en la creación de tu propia marca para atraer mejores propuestas laborales que te ayuden a crecer en tu carrera.

 

Con este artículo, cierro la trilogía de las bases para crear tu marca profesional.

 

Y abro la antesala de inscripciones a mi Mentoría Grupal para profesionistas que quieren cambiar su manera de buscar empleo y tener un mejor futuro para su carrera profesional.

 

En este programa de 7 semanas trabajaremos a fondo todo lo que has leído en mis artículos anteriores para descubrir tu potencial, encontrar tu diferencial y comunicarlo a través de tu marca personal.

 

No haremos pequeños ajustes rápidos a tu CV y tampoco iniciaremos con las negociaciones de sueldo.

 

Empezaremos con el AUTOCONOCIMIENTO y trabajaremos la mentalidad para eliminar los límites que bloquean tu crecimiento, te guiaré en cómo crear un PLAN para ir, paso a paso, hacia tus metas profesionales y no dejar de lado tus objetivos laborales.

 

Aprenderás a:

  • Reconocer tu diferencial y tu aporte de valor.

  • Investigar el mercado laboral para encontrar el puesto que se ajuste a tu perfil.

  • Elegir las empresas donde quieres trabajar.

  • Crear un verdadero currículum de alto impacto.

  • Proyectar seguridad y confianza en tu carrera.

  • Negociar tu sueldo en una entrevista laboral.

  • Usar LinkedIn como tu herramienta de atracción en la búsqueda de empleo.

Estas son las temáticas principales con las que podrás trabajar tu marca profesional para que las buenas oportunidades laborales lleguen a ti.

 

Si quieres encontrar este empleo que te mereces te invito a llenar este cuestionario y tener una entrevista gratuita conmigo y saber si esta Mentoría es para ti.

Me llamo Lizette Sarmina y llevo más de 3 años ayudando a profesionistas a crecer y avanzar con seguridad en el siguiente nivel de su carrera.

 

Durante mi programa les enseño a tomar las riendas de su marca personal.

 

Les ayudo a poner en orden sus ideas y sueños con objetivos y un plan que los acerque paso a paso hacia sus metas profesionales.

 

No te conseguiré un empleo, te daré las herramientas y estrategias adecuadas que te ayuden a atraerlo.

Al final de mi programa, tendrás una marca personal atractiva que podrás comunicar con confianza e impacto en tu currículum, en una entrevista y con cada persona que te conozca.

Solo así, empezarás a atraer mejores propuestas laborales que contribuyan a tu desarrollo personal y profesional, y así dejar huella.

 

Me encantará conocerte y acompañarte en el camino.

 

Hasta pronto,

Liz.

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