La discriminación laboral es un tema candente y a la orden del día, pero tiene solución. 

Y no es lo que te imaginas.

 

No vas a cambiar al sistema, ni las creencias de directivos, gerentes de RRHH, reclutadores o la filosofía de todas las empresas.

 

La única creencia que debes cambiar es la tuya.

 

Tu manera de percibirte.

 

Porque para que otros dejen de verte como alguien obsoleto al que nadie quiere contratar, tienes que dejar de verte así.

 

Pero antes de empezar, primero hablemos de tu edad y el miedo a ser mayor.

 

¿Qué es el edadismo?

Esta palabra apareció por primera vez en los años 60 y fue creada por el gerontólogo estadounidense Robert Butler. 

Lo definió como la discriminación social de las personas de avanzada edad.

 

Robert se dedicó a difundir el edadismo como otra forma de discriminación más, parecida al machismo o racismo, pero en sus últimos años de trabajo, defendió la vejez como una etapa productiva y saludable.

 

Por suerte, él no fue el único en hablar de este tema.

La OMS también explicó el edadismo como una forma de pensar, sentir y actuar con respecto a los años de vida de una persona.

 

Se traduce en estereotipos, prejuicios y discriminación hacia la edad.

 

Y date cuenta que ni siquiera he hablado de números, pero esto sucede tanto para un joven que recién está empezando como para una persona mayor con mucha experiencia.

 

¿Cuáles son las consecuencias del edadismo?

 

El edadismo cambia la forma de verte a ti mismo.

 

Te limita y hace que subestimes tu capacidad.

 

Limita tu visión y te impide comprender la diversidad entre personas de distintas edades.

Incluso afecta tu salud física, mental y emocional porque pensar en tu edad (de manera constante como un impedimento a conseguir empleo) reduce tu calidad de vida.

 

Creer que solo por tu edad ya nadie más te da oportunidades laborales, incrementa la negatividad en tus relaciones familiares, personales y profesionales.

 

Con esto no quiero decir que la discriminación laboral no exista y que la tasa de desempleo sea una fantasía.

 

Claro que es real.

 

Está ahí y muchas empresas y profesionales de RRHH (lamentablemente) la practican.

 

Y aunque represente un freno en la contratación, tú tienes el poder de cambiar tu realidad.

Cuáles son los prejuicios y estereotipos relacionados con la edad a la hora de buscar empleo

 

En el mercado laboral hay ciertas creencias obsoletas a la hora de contratar y trabajar con personas de más de 50 años.

 

No te lo voy a negar:

 

Esto representa una barrera psicológica para un profesionista que busca reinventarse o reinsertarse en el mercado laboral.

 

Y como sé que la edad de un profesionista genera dudas para el desempeño de una vacante, a continuación te presento las más comunes con los que te podrías topar:

 

1- Tus conocimientos estarán obsoletos.

2- Tendrás menor flexibilidad.

3- No encajarás en un equipo con gente más jóven que tú.

4- Te ausentarás por cuestiones de salud.

 

Son pensamientos negativos que se contagian y empobrecen a las organizaciones, obligándolos a desechar seniors con experiencia, madurez y fidelidad.

 

Pero estas creencias vienen de la sociedad en general.

 

Si lo vemos desde un punto de vista más amplio, donde antes las personas mayores ya no eran capaces de sostener a la comunidad, no podían hacer las mismas acciones que un joven de 20 años.

 

Pero la vida ha cambiado y nuestros tiempos han evolucionado.

 

Y si todos nos hemos adaptado a los cambios para sobrevivir, ¿quién dice que no podrías adaptarte a la nueva tecnología? ¿o que se te olvidarán las cosas? ¿o que serás lento? ¿o que tus malas costumbres jamás cambiarán?

 

Esto me dice que es una perspectiva de mentalidad.

 

¿Cuál es la verdadera causa que origina todo esto?

 

Hay un valor muy importante que aún no he mencionado y del que te estás olvidando:

 

Se llama RESPONSABILIDAD.

 

Y no me refiero a las tareas de tu cargo ejecutivo, sino a las riendas de tu propia carrera.

 

La verdadera causa de por qué un profesionista senior (y cualquier otro) encuentra dificultades durante la búsqueda de empleo es por su desactualización.

 

Por pasar tantos años con muchos retos dentro de una misma empresa y fusionaste tu identidad con ella y al puesto que ejercías.

 

Tras perder tu empleo de casi toda la vida, te topas con un mercado laboral completamente distinto al de hace 10, 20 o 30 años.

 

Ya no es como antes.

 

Entonces sientes que lo has perdido todo.

 

Que no vales y no sabes hacia dónde ir.

 

Y solo te enfocas en conseguir cualquier empleo.

 

Así, no funciona.

 

A veces hay profesionistas con bastantes logros y mucho expertise que creen que tan solo por ser quienes son, les lloverán las ofertas al poco tiempo.

 

Esa forma tampoco es realista, ni útil.

Hay que ser empleable.

Y eso se logra trabajando desde el autoconocimiento, no corrigiendo tu currículum.

 

Necesitas un reciclaje profesional que te ayude a ver y reconocer tus habilidades, recursos y conocimientos para redirigir tu carrera y seguir aportando valor a una empresa.

 

De esta manera, lograrás que tu experiencia se convierta en un valor añadido.

Cambia el chip de tu autoconcepto

 

Es verdad que a tus 50 años, ya no podrías seguir cargando cajas de 30 kilos todos los días.

Pero ¿por qué tendrías que hacerlo?

 

Si tienes más de 20 años de experiencia en un área, ¿por qué no aprovechar ese expertise en un puesto de dirección o gerencia de alto nivel?

 

Ahora que ya conoces las causas y sabes cuáles son los 4 estereotipos y prejuicios, te invito a que no te identifiques con ellos.

Tu edad (40, 50 o 60) no es un error.

No es mala, ni mucho menos un defecto.

 

Es una evolución natural de la vida, una trayectoria con aprendizajes y un expertise muy amplio para ayudar y enseñar a otros.

 

Pero será muy difícil que empieces a ver cambios positivos en tu vida, si no cambias tus ideas primero.

 

Cómo enfrentarte a estos prejuicios durante tu búsqueda de empleo

 

Esto es algo que siempre le digo a mis clientes, pero lo resumiré para ti a modo de guía.

 

Paso 1: Acepta y normaliza el desempleo

 

El desempleo es algo normal.

 

Es la consecuencia de recortes de personal, crisis y circunstancias ajenas a ti o decisiones personales.

 

Y corres el riesgo de caer en la necesidad porque has pasado tanto tiempo enfocado en una sola empresa y un solo puesto que te has olvidado de ti.

 

Paso 2: Conócete

 

Cuando te despiden de manera inesperada, es casi seguro que:

 

  • Te sientas perdido.

  • No sepas quién eres.

  • No veas tus cualidades.

  • No reconozcas tus logros.

  • Ignores tus conocimientos.

  • Busques validación por fuera.

  • Sientas inseguridad.

Y un largo etcétera porque nunca te paraste a mirar hacia dentro.

 

No hiciste ese proceso de introspección para conocerte.

 

Pero tampoco conoces la nueva manera de buscar empleo.

 

Tirar currículums para acceder a entrevistas y procesos de selección ya no funciona.

 

Por eso caes en la desesperación y en este tipo de anuncios:

Paso 3: Cambia tu mentalidad y sana tu autoestima

 

Cada uno de nosotros crea su propia realidad con creencias que han moldeado nuestros pensamientos y actitudes para movernos en la vida y conseguir lo que tenemos ahora.

 

Y cada cierto tiempo, es tu deber y responsabilidad analizarlas.

 

Hacer ese pasito hacia tu conciencia para averiguar por qué crees que no te darán trabajo a los 50 años.

 

O por qué siempre tienes los mismos resultados negativos.

 

La autoconfianza y seguridad durante la búsqueda de empleo son fundamentales.

 

Paso 4: Consigue ayuda de un mentor

 

Buscar a un profesional que te ayude a conocerte y a tomar las riendas de tu carrera es la mejor inversión que podrías hacer para regresar al mercado laboral.

 

Lo he visto con mis propios ojos y en mis clientes.

 

Lo malo es que no ocurre enseguida, puedes tardar entre 2 y 6 meses, pero te sentirás más seguro, confiado y atraerás el trabajo que te mereces.

 

Estos son los 4 pasos que te propongo para darle un twist a los estereotipos relacionados con tu edad.

 

Y para terminar este artículo quiero concluir con esta reflexión:

Tu edad solo será un freno (aún cuando los procesos hayan ido bien) si tú no has cambiado tu mentalidad.

Eso se refleja en tu actitud, tu forma de vestir, tus palabras, tu saludo, tu manera de expresarte y venderte.

 

En ese caso, la edad desafortunadamente sí pesa 🤷

 

Espero que te haya servido para entender que la pésima realidad global del desempleo, no tiene por qué ser la tuya.

 

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Sobre mí

Soy Liz Sarmina, mentora de marca personal y empleabilidad.

 

Ayudo a profesionistas a cambiar su manera de buscar empleo y planificar el siguiente paso en su carrera.

 

Los llevo de la mano y a su ritmo para crear un plan que los ayude a trazar metas profesionales y objetivos laborales basados en sus circunstancias.

 

Al final de cada programa, descubren su potencial, crean una marca personal atractiva y atraen el puesto que se merecen.

 

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