Todos los días recibo más de 10 NO’s y mucho rechazo de profesionistas.

Personas que me contactan para comprar mis servicios y luego no aparecen.

O personas que me leen por LinkedIn y no les gusta lo que escribo.

Pero desde el 2022, dejé de prestarle atención a la negatividad.

La acepto, pero sé que no tiene nada que ver conmigo.

Y mi situación actual como emprendedora, no es muy diferente a cuando fui godín.

Porque cuando buscaba empleo y me enfrentaba a procesos de selección en entrevistas de trabajo, también recibí mucho rechazo.

Incluso de trabajos donde creí que jamás me correrían.

 

Pensaba que era mi culpa por ser un fraude que acababan de descubrir.

 

Pero no era así.

 

A continuación te explicaré paso a paso de dónde viene el síndrome del impostor y cómo eliminarlo de tu carrera.

Qué es el síndrome del impostor

El síndrome del impostor no es ninguna enfermedad, trastorno incurable o defectos con los que hayas nacido.

Son pensamientos y creencias que te generan la sensación de incapacidad e insatisfacción de realizar tareas y acciones o anhelar un alto grado de perfección que llevan a vivir bajo un miedo constante de ser descubierto como un fraude a lo largo de tu carrera profesional.

Y está relacionado con tu forma de percibir el éxito, el fracaso y la competencia.

 

Cuál es el origen del síndrome del impostor

La Dra. Valerie Brown, creadora del Instituto del Síndrome del Impostor, atribuye su origen a 4 causas principales:

  • La relación entre tus padres y tus hermanos durante la infancia.

  • Estereotipos sociales o las expectativas que crees que tienes que cumplir.

  • La relación con el dinero (específicamente si no te crees merecedor de él).

  • La percepción entre el éxito y el fracaso.

Esto lleva a las personas a vivir en la comparación, autoexigencia y el perfeccionismo porque creen que solo así tendrán el merecido reconocimiento y recompensa que de verdad merecen.
 

Se castigan demasiado por haber fracasado y viven con estrés y sufrimiento.

Cómo se manifiesta el síndrome del impostor en tu vida laboral

 

Las situaciones o sensaciones que te avisan que hay un impostor en tu vida ocurren cuando:

 
  • Sientes que eres un fraude y te da miedo de que te descubran o que tu jefe se de cuenta y te despida.

  • Te sientes incapaz de hacer una nueva tarea en tu trabajo.

  • Sientes que no mereces logros, ni reconocimiento, aunque tengas buen desempeño laboral.

  • Minimizas tus capacidades porque crees que cada persona lo puede hacer.

  • Piensas que todo lo bueno que tienes, se debe a un buen golpe de suerte.

  • Crees que tienes que hacer mucho hasta el punto de sufrir para conseguir lo que quieres.

  • No aceptas los cumplidos hacia tu trabajo.

  • Crees que tu trabajo no es valioso.

  • Y si las cosas son muy fáciles de lograr, piensas que no has tenido la inteligencia de hacerlo.

Todo esto te genera una sensación de terror por miedo a que los demás lo noten.

Cuando el síndrome se activa, hiere al ego y te hace creer, sentir y pensar que tú eres el centro de todo, a modo de sufrimiento y dolor.

Como te dije al inicio no es ninguna patología, enfermedad y tampoco un síndrome real (aunque Pauline Clance lo haya denominado así en 1978) es la sensación de ser un farsante en la vida ante todo lo que has conseguido.

Y está muy relacionado con las creencias que tienes de ti mismo y tus patrones de pensamiento.

Cómo se manifiesta en la búsqueda de empleo

Si buscas empleo sin preparación, las probabilidades de rechazo son más altas.

Y si no cuentas con una estrategia de empleabilidad, los rechazos le darán un golpe bajo a tus emociones.

Afectarán tu autoestima y te generará una visión negativa del mundo porque todo lo que has intentado: 

No sirve para nada, a nadie le ha gustado y no te consideran suficiente.

Así se generan las opiniones negativas de tu inconsciente. 

Cuáles son las consecuencias de vivir como impostor en tu carrera

1. Ser un fraude

2. No ser suficiente

3. Ser muy poca cosa

4. Sentirse pequeño

5. No ser capaz

Son pensamientos negativos que generan diálogos ficticios en tu cabeza.

Te generan estrés y ansiedad casi las 24h. 

Y afectan tu vida personal y profesional porque te hacen más gruñón o más arisco.

Te aislas porque el perfeccionismo no te permite confiar en los demás, ni delegar tareas importantes a las que ya no le puedes dedicar tiempo.

Procrastinas tus responsabilidades o las dejas de último por miedo.

Te aferras a que todo tiene que ser a tu manera o te alejas de los demás porque la gente te molesta y no quieres que nadie te note.

Aunque pienses que eso te trae tranquilidad, en realidad estás degradando tu carrera profesional y tu éxito laboral porque le dices al mundo que no eres importante, ni lo suficientemente valioso. 

Y como tú mismo te percibes así, los demás también lo harán.

 

La buena noticia es que hay posibilidades de erradicarlo y salir de él.

2 pasos para eliminar al síndrome del impostor de tu vida

[SPOILER ALERT 🛑]

 

El antídoto para eliminarlo es el autoconocimiento, la responsabilidad y la toma de consciencia.

 

Y también el apoyo emocional de un coach, psicólogo o terapeuta.

 

Pero en este artículo, te daré 2 pasos para que identifiques al impostor y le des una vuelta a tus pensamientos.

 

Paso 1 => Cuando detectes una situación o persona que te genere incomodidad, anota todos tus pensamientos y responde estas preguntas:

  • ¿Qué sucedió?

  • ¿Qué me dijo esta persona?

  • ¿Cómo me sentí?

  • ¿Cómo interpreto esta situación y sus palabras?

  • ¿Cómo es la relación laboral?

  • ¿Qué creo que está pasando?

  • ¿Por qué pienso así?

Tan solo con desglosar tus pensamientos, emociones y sentimientos, notarás si eres tú o son ellos.
 

Y tendrás una visión más clara de lo que realmente sucede.

 

Porque cuando las emociones están a fuego vivo, la mente distorsiona la realidad y crea una visión donde el mundo está en contra tuya. 

Si le haces caso, vives con estrés, ansiedad y depresión. 

Paso 2 => Hazte preguntas acerca de ti mismo:

 
  • ¿Qué pienso de mí?

  • ¿Cómo veo mi trayectoria profesional?

  • ¿Cuál es la situación de mi carrera ahora?

  • ¿Cuáles han sido mis logros los últimos 3 meses o el último año?

  • ¿Cómo me perciben los demás y cómo me percibo yo?

 

Este es otro ángulo para conocerte.

 

Y con este último ejercicio, te darás cuenta que hay una diferencia entre lo que piensas de ti y lo que los demás (de verdad) piensan y creen de ti.

 

Verás que la realidad no es tan dura como parece, y tu perspectiva cambiará poco a poco.

En mi caso, tenía el pensamiento de que vender es difícil, y aunque me ha costado un poquito, hoy me digo (y hasta lo tengo escrito a lado de mi compu) «es fácil, es posible».

Me aporta la confianza que necesito para transmitirla en mi discurso y disfrutar del proceso porque al final de eso se trata.

Si no disfrutamos lo que hacemos, ¿de qué nos sirve? 🤷

Cuando te das cuenta de esto, te liberas de una carga y abres espacio a lo nuevo.

No te exijas lo mismo que los demás.

No elijas alcanzar un ideal que para ti hoy es imposible.

 

Enfócate en mejorar un poquito cada día.

No seas mejor que alguien más, sé la mejor versión de ti mismo.

No todo es una competencia, aunque nos quieran hacer creer lo contrario.

Espero que el artículo de este mes te haya servido para desempolvar un poco tu potencial escondido y a detectar los pensamientos que te impiden avanzar.

 

Si quieres recibir ideas y acciones que te ayuden a crecer en tu carrera profesional, suscríbete a mi newsletter semanal.

Cada domingo a las 7am.

Soy Liz Sarmina, mentora de marca personal y empleabilidad.

 

Ayudo a profesionistas a cambiar su manera de buscar empleo y planificar el siguiente paso en su carrera.

Los llevo de la mano y a su ritmo para crear un plan que los ayude a trazar metas profesionales y objetivos laborales basados en sus circunstancias.

Al final de cada programa, descubren su potencial, crean una marca personal atractiva y atraen el puesto que se merecen.

Si tú también quieres dejar huella con tu carrera, cuéntame tu caso por aquí.

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