Creo que tal vez esta no sea la mejor presentación para una persona que se dedica a la empleabilidad.
Viniendo de alguien que ha dedicado más de 18 años de su vida a distintas áreas de RRHH, no se ve nada bien.
Pero no me malinterpretes, ahora te digo por qué pienso de esta manera.
Verás, fui educada a la antigüita.
Bajo el sistema y la creencia de terminar la Uni y buscar un empleo de por vida.
Y así lo hice.
Cuando tuve mi primer trabajo, me aferré tanto a él, que ni siquiera me veía en otro lado y creía que el deber de mis jefes era capacitarme para crecer dentro de su empresa.
Solo que al cabo de unos años, la vida me sacó del mar de la comodidad en una oleada y me llevó a la isla del desempleo.
Pasé unos meses así y también cometí los mismos errores que tú:
- Me postulaba a cualquier vacante.
- Aplicaba solo por portales de empleo.
- Hacía ajustes rápidos a mi currículum o ningún cambio.
- Acudía a las entrevistas sin preparación.
Pero eso sí, jamás compartí mi CV por LinkedIn.
A LinkedIn, más bien lo ignoraba, me daba igual porque no le veía sentido y además ni le entendía.
Aún cuando contactaba a conocidos para ver si sabían de una oportunidad, no ocurría nada.
Todo esto me sirvió para darme cuenta que los reclutadores y cualquier empleador están cansados de escuchar, ver y leer lo mismo.
Ellos ya saben que quieres un lugar donde trabajar, quieres crecer y aprender a cambio de un salario competente y bien remunerado o por lo menos que cubra tus expectativas.
Pero ¿qué puedes hacer tú por ellos?
En ese momento, cambié mi mentalidad.
Me di cuenta de que para obtener el empleo que quería con un buen sueldo y me aportara oportunidades de crecimiento, tenía que decirles lo que ellos querían.
Darles lo que buscaban.
Y eso lo pude hacer trabajando solo en mí.
En mi mentalidad, mi confianza y mi autoconocimiento porque solo sabiendo quién soy y de qué pie cojeo, puedo defenderme, comunicar mi potencial y negociar el sueldo que quiero.
Estos últimos años, el mercado laboral ha cambiado y ya no son las empresas quienes eligen, sino que nosotros también podemos hacerlo.
Estamos en la mejor posición para darnos a conocer, atraer propuestas laborales y elegir dónde y con quién trabajar.
Solo que llegar a ese punto no es fácil, no porque no seas capaz, sino porque requiere de introspección para definir tu plan de carrera y derribar tus bloqueos mentales que te atan a un trabajo solo por un sueldo y sin crecimiento.
Así que volviendo al principio, sí, me choca buscar empleo bajo las mismas condiciones de hace 40 años… o incluso hace 15.
Y me encanta enseñar a otros “estrategias de empleabilidad que les ayuden a atraer el trabajo que se merecen”.
Por eso estoy aquí.
Para enseñarte que nunca hay que bajar la guardia, aún cuando tienes un empleo estable y bien pagado.
Esto es precisamente lo que quiero compartir contigo, cada domingo a las 4pm en tu bandeja de entrada con mi nueva newsletter.
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En ella te hablaré de mis aciertos, mis fallos, mis tropiezos y los de mis clientes.
También te contaré algunas anécdotas del día a día que me recuerden al mercado laboral.
Y por supuesto, te invitaré a formar parte de mis formaciones de pago.
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Porque tu marca personal se trabaja cada día, aún cuando ya tienes un empleo estable.