Cuando no te has preparado para hablar de la oferta económica a cambio del valor que le puedes aportar a una empresa:
La negociación salarial da nervios.
Y el hecho de que el reclutador te presente un número, no significa que debas aceptarlo.
Es más, podrías rechazarlo si no se ajusta a tus expectativas salariales.
Como quiero que llegues al final de tu proceso de selección con confianza para hablar de tu oferta económica y celebres tu contratación, vamos a hablar de tu negociación salarial y los pasos previos antes de pedirla.
Qué es una negociación de sueldo
Una negociación es un intercambio de valor.
No es una guerra para imponer o exigir.
Ni mucho menos creerte la última coca del desierto porque tú lo vales🥤
Una negociación es una venta donde obtienes y aceptas económicamente lo que consideras justo por poner tu talento y valor para ayudar a una empresa a conseguir un resultado.
Es un acuerdo entre tú y la empresa que beneficia a ambas partes.
Y para tener un resultado positivo: la preparación mental y emocional es imprescindible.
Ya sea que quieras pedir un aumento dentro de la empresa donde estás o que estés buscando un empleo, siempre tendrás que practicar la negociación en una sesión 1 a 1.
Por qué te da miedo poner un número en una entrevista
Hablar de dinero en el trabajo o de remuneración salarial, sigue siendo un tabú a día de hoy en México y en Latinoamérica.
Y no es de extrañarse porque hablar de cuánto quieres que te paguen puede hacer que te acepten o te descarten en una empresa.
¿A quién no le daría miedo eso?
Pero nunca deberías olvidarte que recibir una buena remuneración económica por tu trabajo es un derecho básico.
Si sabes venderte o aprendes a negociar, no solo impresionarás a tu jefe o al reclutador, sino que te valorarán por esas habilidades y capacidades adicionales.
Solo que primero, déjame hacerte una pregunta:
¿Por qué crees que mereces la cantidad que pides?
Tu respuesta a esta pregunta es primordial porque si aciertas, ya tienes la mitad de la batalla ganada.
La mayoría de profesionistas fracasan al responder, porque lo primero que piensan es que:
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Tienen mucha experiencia.
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Pueden tener demasiadas responsabilidades.
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Tienen muchas deudas.
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Sus hijos están creciendo.
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Los gastos en la casa se desbordan.
Pero ir de queja tras queja, no hará que el reclutador acepte tu oferta, ni se interese en tu perfil.
Por eso quiero que te grabes esto a fuego:
Quejarte por lo bueno o malo, lo mucho o poco que tienes no hará que la mejor o peor empresa quiera pagarte lo que pides.
A las empresas no les interesan tus quejas, ni tus pesares de la vida.
Les interesan sus problemas, sus objetivos y sus metas.
Así que si te enfocas en solucionar sus problemas o ayudarles a alcanzar sus objetivos en cualquier departamento de manera eficaz y eficiente, aceptarán tu propuesta.
Por dónde empiezas a negociar tu sueldo
La negociación de tu próximo salario, no empieza al final de la entrevista.
Empieza mucho antes.
Y si quieres tener éxito, el primer paso antes de postular, aplicar y enviar el CV es investigar y trabajar en tu marca personal.
Porque una empresa que sabe que contrata a un profesional cuyas habilidades son escasas en el mercado, está dispuesta a negociar. 😉
Ahora vamos con los 5 pasos previos a la negociación de tu próximo sueldo.
1. Realiza una investigación
Este paso es fundamental.
Necesitas saber cuáles son los rangos salariales de ese puesto en la misma industria, en empresas similares y en zonas geográficas.
Puedes buscar en Glassdoor, en las ofertas laborales de LinkedIn, Indeed, OCC, en portales de empleo o en las mismas páginas de vacantes de la empresa.
Haz tus anotaciones según:
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La descripción de la vacante
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Experiencia previa
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Funciones principales
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Responsabilidades
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Objetivos
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Educación, conocimientos y habilidades
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Rango de sueldo que ofrecen
Eso te dará una idea de los mínimos y máximos y fijar una expectativa realista.
Un tip adicional que deberías probar es el networking en LinkedIn para averiguar el sueldo exacto, prestaciones laborales y bonos adicionales.
2. Ten claro los logros que representen valor a la empresa
Haz una lista con todos tus éxitos, logros y objetivos alcanzados en ese puesto con cifras y porcentajes muy concretos.
Redáctalos en tu currículum, memorízalos y crea un discurso para tu entrevista laboral.
Este será el mejor argumento que tengas a tu alcance para negociar el sueldo que quieres.
Ah y por favor, nada de exageraciones, ni inventos.
Tiene que ser real.
3. Define tus no negociables
¿Cómo podrías negociar un sueldo si no conoces cuál es la cantidad mínima que cubre tus gastos personales?
Algo que deberías entender es que tener claro cuál es la cantidad que necesitas para vivir bien (no sobrevivir) es fundamental para plantear tu propio rango de sueldo.
Y entender cuáles son tus prioridades o lo más importante para ti en este momento de tu vida y carrera, determinará el acuerdo entre tú y la empresa.
Si no conoces ninguna de las 2, aceptarás una oferta que no cumpla con tus expectativas y crearás frustración en tu vida y tus finanzas.
Así que vamos con una dosis de realismo:
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Revisa tus finanzas personales, anota todos tus gastos y establece una cantidad por la que no tomarías nada por debajo.
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Incrementa un 30% de esa cantidad para establecer tu cantidad ideal y define un rango con el que te sientas cómodo.
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Define qué es lo que más te importa ahora ¿el puesto, crecer en esa empresa, el sueldo o los beneficios?
4. Considera los beneficios adicionales de la vacante
En muchas ocasiones, las empresas ofrecen beneficios o bonos adicionales a las vacantes para compensar la reducción de un sueldo.
Si hiciste el ejercicio de tus finanzas personales, identificar y considerar los bonos o prestaciones que te ofrecen puede ser un plus.
Puedes considerar como bono:
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Periodo vacacional
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Vacaciones pagadas
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Seguro médico
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Préstamos
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Caja de ahorro
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Guarderías privadas
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Coche de la empresa
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Vales de despensa u otro tipo
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Cuota de gimnasio
5. El salario emocional de la vacante
Como profesionista, sé que el dinero te mueve, pero no vale la pena entrar a un lugar con un ambiente tóxico que te desgastaría en meses, solo por un salario elevado.
Si ya tienes tus prioridades (y sabes por qué estás dispuesto a ceder), hazle preguntas a tu entrevistador relacionadas con:
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La flexibilidad horaria.
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Trabajo en remoto y presencial.
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Cultura laboral.
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Eventos empresariales.
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Ambiente laboral.
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Liderazgo.
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Reconocimiento.
Si esos incentivos te hacen sentir motivado, comprometido, agradecido y con sentido de pertenencia hacia la empresa, acepta la propuesta.
Solo que esto nunca puede ser más que la compensación económica, tiene que haber un equilibrio.
¿Qué puedes hacer si la oferta no es lo suficientemente buena?
Si la cantidad que te mencionan no es lo que esperabas y tampoco te convencen sus prestaciones es tu deber tomar la decisión, si quieres continuar o no.
Descarta a esa empresa y su vacante de tu propio proceso de selección.
Porque tú también eliges con quién quieres trabajar.
Recuerda que no es un juego de azar.
Se trata de tu plan de vida y carrera.
Así que toma la opción que más valor económico y emocional te aporte tanto en su cultura organizacional, como con tus tareas de cada día.
Y si no te convence, NEXT.
Recuerda:
La negociación de tu sueldo comienza en la mente y no con una cifra.
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SOBRE MÍ
Soy Liz, mentora de marca personal y empleabilidad.
Ayudo a profesionistas a cambiar su manera de buscar empleo y planificar el siguiente paso en su carrera.
Los llevo de la mano y a su ritmo para crear un plan que los ayude a trazar metas profesionales y objetivos laborales basados en sus circunstancias.
Al final de cada programa, descubren su potencial, crean una marca personal atractiva y atraen el puesto que se merecen.
Si tú también quieres dejar huella con tu carrera, cuéntame tu caso por aquí.