Hay algo de lo que aún no te has dado cuenta y es que todo lo que piensas y crees de ti y tu alrededor, crea tu forma de ser y de ver el mundo.
Las costumbres y creencias que tenemos dirigen nuestro modo de pensar, actuar y juzgar.
Y sin importar si es bueno o malo, siempre habrá consecuencias positivas y negativas.
Lo que sucede es que no nos damos cuenta de que somos nosotros mismos, los responsables de esos resultados y empezamos a culpar a todo lo que hay afuera.
Que si el jefe, la empresa, el compañero, el suelo, la vida, el trabajo, etc.
Sí, son circunstancias que influyen, pero nosotros aún tenemos el poder de movernos en ellas y cambiar nuestra realidad.
En el artículo de hoy te voy a hablar de 10 creencias universales que rigen la vida de cada persona, y a su vez, te impiden alcanzar el éxito.
¿Qué es una creencia limitante?
Una creencia limitante es una idea o un modo de pensar que influye en tu manera de vivir.
Tiene un enorme poder sobre tu estado de ánimo y de alguna manera, te condiciona.
Te limita, te paraliza y te impide moverte hacia adelante porque tendemos a pensar que algo no saldrá bien, será el fin del mundo o una catástrofe.
Aunque no lo creas, es normal que existan porque cuando se formaron, su deber era protegerte del peligro.
Todos las tenemos en mayor o menor proporción, pero una vez que logres identificarlas, es posible cambiar tu perspectiva y eliminarlas o transformarlas en algo bonito y empoderador.
Así que sin más rollo, vámonos directo a conocer las 10 creencias universales y cómo se manifiestan en tu vida y tu carrera:
#1 NO SOY DIGNO
Eres el tipo de persona que ayuda muchísimo a todos y no permite que lo ayuden.
También puedes tomarte cualquier opinión de manera personal cuando ves a alguien secretearse, hablando en voz muy baja o una risa entre compañeros, te da una paranoia y piensas que todos te critican o hablan mal de ti.
Otra manera de expresar esta creencia es abandonar o rechazar trabajos antes de que otros se den cuenta de lo indigno que ere (esto seguro lo conoces como el síndrome del impostor).
#2 NO SOY SUFICIENTE
Es cuando intentas de manera compulsiva volverte muy bueno y completo a través del éxito, productividad y el trabajo duro y arduo.
Te preocupas mucho por los títulos y diplomas porque piensas que lo que consigues no es suficiente.
Casi siempre son personas muy ambiciosas, determinadas, proactivas, que les gusta asumir muchos retos y como tienen esta creencia, se agotan.
** No confundas esta parte con actualizarse, mejorar y prosperar, el punto aquí es si lo que haces es porque de verdad te importa o solo quieres demostrar tu valor mediante logros y productividad para obtener admiración.
#3 NO PERTENEZCO, NO ENCAJO
Eres una persona que actúa como ermitaños entre la gente.
Te preguntas de manera constante: «¿Cuál es mi lugar? ¿Cuál es mi papel?» para asegurarse de pertenecer.
Este tipo de creencia se manifiesta mucho en cuando no te preparas para una entrevista laboral o si te postulas a un puesto que no va con tus capacidades porque piensas de manera constante en el rechazo del reclutador o de la empresa.
Cuando estás en la urgencia y necesidad de conseguir cualquier trabajo, piensas (de manera inconsciente) que no perteneces a un lugar y aunque quieras, solo hay 2 caminos:
Que te rechacen o que te acepten para la vacante.
Si te aceptan, terminarás haciendo algo que no te gusta, con horas extras, sueldo muy bajo y descuidando tu salud.
Está un poco mezclada con «no ser digno».
#4 NECESITO CONTROLARME
Eres tú si buscas controlarte a sí mismo, a los demás o a una situación específica.
Por ejemplo, en el trabajo nunca falta el mandón o la mandona que quiere que haya orden en su espacio de trabajo, aunque sea un área compartida y su posición no sea de liderazgo, ni dirección.
Lo único que buscas es no perder la sensatez, mantener todo bajo tu control para que no te afecte en otras cosas.
**Tampoco quiere decir que tengamos que ser desordenados y sucios en la oficina, sino que hay que preguntarse ¿qué quiero conseguir con el orden? ¿control sobre los demás o establecer límites sanos?
Suena algo confuso, pero yo misma he hecho estos ejercicios de reflexión y me he dado cuenta que a veces, doy instrucciones a otros para que hagan las cosas de cierta manera para no perder el control.
#5 NO PUEDO CONFIAR NI EN MÍ, NI EN LOS DEMÁS
Cuando le dices a alguien más » No puedes confiar en las personas, ¿sabes? » porque has sido traicionado antes.
Te sientes invisible, no reconocido, infravalorado, traicionado o estafado.
Exiges demasiadas garantías y reglas por miedo o temor a la traición. Tus expectativas están puestas solo en los demás y no en ti.
Estas acciones casi siempre te sirven para confirmar que si el otro falla, estás comprobando que no puedes creer en nadie más.
#6 SOY INSIGNIFICANTE
Hay dos formas en las que orientas tu vida para no ser visto:
○ 1. No tienes metas, ni objetivos de ningún tipo y por tanto escribirlas, para es muy doloroso y amenazante.
Nunca pides lo que quieres porque te crees insignificantes.
○ 2. Te esfuerzas tanto por ser visto y ser importante, pero no hacen nada para conseguirlo.
En el trabajo esto podría verse cuando quieres un ascenso, te preparas, haces todo el proceso y a la mera hora empiezas a decirte «no vale la pena», «no lo voy a lograr», «hay otros mejor preparados».
Esas frases son las creencias limitantes que te impiden avanzar, pero solo cuando descubres la creencia universal y la raíz de dónde viene es que puedes transformarla.
#7 NO SOY CAPAZ
En una encuesta que hice al principio de este año, le pregunté a profesionistas de toda índole (directivos, gerentes y perfiles junior) cuál era el miedo más frecuente a lo largo de su carrera profesional, ¿y qué crees que me respondieron?
Mira la imagen:
También es otra creencia que da lugar al síndrome del impostor y al perfeccionismo porque se manifiesta en ti después de una larga trayectoria de éxito. Te hace pensar que no sabes hacer algo, tienes miedo a fallar, a la crítica y por eso «finges no tener la capacidad».
Cuando digo «finges», no lo haces a propósito, sino que el inconsciente te hace una mala jugada para comprobar que de verdad no puedes hacer algo. Te pone la mente en blanco y te paraliza.
Como cuando tienes que dar una presentación para los directivos del departamento comercial de otra empresa, si no te preparas, corres el riesgo de caer en el «no puedo porque soy incapaz».
#8 NO SOY PERFECTO
Cuando eres demasiado autoexigente, duro y crítico contigo.
No te permites ningún fallo, lo quieres todo bonito a la primera y sin errores.
En el trabajo, podemos encontrar este tipo de personalidad en un jefe
Alguien que siempre está regañando a sus empleados por el más mínimo error, algo que no salió bien y culpa a los demás o es súper exigente con la carga laboral.
Su objetivo es hacerlo lo más bonito y cercano a lo ideal para buscar la perfección.
Si tu trabajo actual te exige estar a cargo de un equipo, pregúntate ¿de qué manera los estás dirigiendo o cuál es tu tipo de liderazgo?
Es posible que descubras que careces de flexibilidad para seguir las reglas.
#9 ES IMPOSIBLE LOGRARLO
Cuando culpas a los demás por todo lo malo que te sucede y vives enojado por eso.
Esta creencia se ve mucho en las malas prácticas de una búsqueda de empleo cuando no te preparas y de repente pierdes tu empleo o recortan tu sueldo.
Entonces caes en la desesperación.
Ajustas tu currículum y lo empiezas a repartir como volante entre sus conocidos y en LinkedIn, si nadie te hace caso, consigues oportunidades que no se ajustan a tu perspectiva o no pasas las entrevistas, tus reacciones son:
- Rabia y enojo contra las empresas.
- Pensar que el reclutador la tuvo contra ti.
- Creer que te discriminan por sexo o edad.
- Pensar que nunca jamás podrás encontrar otro empleo.
No quiero decir que no existan organizaciones que no contraten a personas con más de 45 años o que no quieran a mujeres que son madres, sino que tú mismo eres quien atrae las oportunidades.
Si te preparas, cambias tu enfoque y preparación durante la búsqueda de empleo, las buenas oportunidades con mejores salarios llegarán a ti en menos de 6 meses.
Esto es un hecho comprobado por mis clientes 😉
#10 NO ESTÁ PERMITIDO HACER LO QUE QUIERO
Esta última creencia es muy interesante porque te puede caracterizar si te sientes limitado tanto en la vida como en el trabajo.
Si lo vemos desde el ámbito laboral, una persona no puede estar haciendo lo que le dé la gana en una empresa porque es obvio que hay ciertas reglas y procesos que seguir.
Pero aún así hay opciones, por ejemplo:
Si un diseñador gráfico está trabajando en un despacho de abogados, jamás va a tener espacio para la creatividad, aportar ideas, liderar procesos creativos, usar colores e imágenes que evoquen emociones porque no es su lugar de trabajo.
Tal vez ese diseñador llegó ahí porque le urgía tomar cualquier cosa, pero a los 3 meses se aburre porque siente que las tareas de su trabajo lo limitan.
En otras circunstancias y si este es tu caso:
- Muestras falta de compromiso.
- Tienes un rendimiento más bajo que el de tus capacidades actuales.
- Manifiestas indecisión a cada rato.
A veces hasta te preparas siempre y aunque estés muy orientado, no consigues nada porque sigues pensando así.
Como ves en este artículo te he demostrado que el motor de nuestro comportamiento negativo son estas 10 creencias universales y su manifestación son las creencias limitantes.
Cada vez que pienses que te da miedo hablar en público, en aplicar a un puesto más alto, en buscar otro trabajo, en establecer metas más ambiciosas para tu carrera, pregúntate de dónde vienen.
¿Por qué surge? ¿Por qué no eres capaz, perfecto o digno?
Una vez que lo sepas, puedes darle la vuelta y comprobar que no son ciertas.
Vienen de tu mente inconsciente para protegerte del rechazo y del dolor, pero hay algo más bonito fuera de esas barreras psicológicas.
Por eso es que muchos psicólogos y coaches trabajan con terapias para sanar al niño interior, porque justo la forma en la que vemos el mundo hoy, fue creada bajo la visión y perspectiva de nuestra infancia.
Este artículo es de carácter informativo y está creado con el fin de aportar una guía y mi recomendación siempre será acudir a terapia con un profesional cualificado para trabajar tu salud mental y emocional.
De hecho en mis todas mis mentorías individuales y grupales, trabajo de la mano con un coach especializado en Transformación Personal porque sé que todos tenemos límites que nos impiden ver más allá de nuestra realidad.
Tocamos temas de mentalidad, autoestima y resiliencia para conseguir el trabajo acorde con tus capacidades y bien remunerado.
Si quieres avanzar al siguiente nivel de tu carrera profesional y sabes que trabajar tu autoestima y mentalidad es indispensable, agenda una llamada gratuita conmigo en este enlace.
Mientras tanto, compárteme en un comentario tus observaciones.
Me encantará saber qué te pareció, si lo has encontrado útil o si incluso pudiste identificar alguna de estas creencias en ti.
P.D. Parte del contenido está basado en el programa de Martina Vyszlusilova (Alineación Magnética) y en el libro The Secrets of Natural Success de William Whitecloud.
Solo que yo lo adapté un poquito al contexto laboral y de crecimiento en tu carrera profesional.
Me llamo Lizette Sarmina y ayudo a profesionistas a cambiar su manera de buscar empleo y planificar el siguiente paso en su carrera para atraer el puesto que se merecen.
Trabajo con ellos de manera individual y grupal desde el autoconocimiento.
Los llevo de la mano y a su ritmo para crear un plan que los ayude a trazar metas profesionales y objetivos laborales realistas basados en sus circunstancias.
Al final de cada programa, descubren su potencial y crean una marca personal atractiva que comunican con impacto en su currículum, en una entrevista y con cada persona que conozcan.
Si tú también quieres dejar huella con tu carrera, cuéntame tu caso por aquí.
Me encantará conocerte y acompañarte en el camino.
Hasta pronto,
Liz.